lunes, 25 de abril de 2011

Virgi y el Doctor House.


Estoy ya en la edad en que los conciertos apetece verlos sentado, y a ser posible, habiendo cenado antes un buen chuletón de Ávila o de cualquiera de sus zonas limítrofes. Es una edad en la que el deporte por la tele es cada día más atractivo y el deporte en la cancha cada día te seduce menos. Se va durmiendo menos, se va teniendo cada día más mala uva, te parece que todo el mundo conduce peor que tú, no entiendes ni papa de lo que dicen tus hijos o los amigos de tus hijos, piensas que las niñas van por ahí enseñándolo todo… Vamos, que estoy llegando a “mayor”.
Y mi cuerpo serrano, parece que se ha dado cuenta y el muy cabrón me lo recuerda de vez en cuando. Sin ir más lejos, hace unos días, me tomé una pastilla de nosequé, de esas que si estás embarazado o vas a conducir excavadoras mejor no te las tomes, y se ve que mi maquinaria interna se pilló un rebote de esos que hacen historia. Y porque el sistema inmunológico no habla, así con palabras, pero a su modo, se cagó en mis muertos. Que quien soy yo para medicarme, que si me creo que tengo veinte años, que le dé el ibuprofeno a mi madre, en fin, un verdadero show.
Parece que mis endorfinas (¿se dice así?) reaccionaron con los cojones que las endorfinas parece que tienen, y terminé derecho en urgencias. Allí, pues todo amabilidades, buen trato, simpatía… pero lo primero que hacen es que te pinchan. Si, con amabilidad, pero “pon el brazo que te vas a enterar, y si no, no haberte tomado la mierda esa que te has tomado, que mira cómo tienes la tensión, payaso”. En ocasiones como ésta, hay que hacer lo que hizo Pavarotti cuando le dio la tos: callarse.
Un rato allí, tranquilito, sin meterme con nadie, y luego… luego, amigos, vino lo peor.
Llego a casa, mi mujer me mira, aunque más que mirarme me escruta, se alegra de verme, me da dos besos, y me dice volviendo a mirarme a los ojos con una mirada que le he visto a “House en algunos episodios:”Me voy a comprar un cacharro de esos de medir la tensión y te la voy a controlar”. Luego, como quien no quiere la cosa, añade “¿Te parece bien, gordi?”.
A partir de ahí, mi vida se ha convertido en un constante vaivén de sensaciones. Que estoy tumbado en el sofá contemplando”Canal cocina” y carraspeo un poco, pues “¿Tienes tos, cariño? Veremos a ver si no vas a tener la tensión alta” y dale que te pego a espachurrarme el brazo con el invento del demonio. Que estoy jugando al “Bouncing balls” intentando quitarle el record a Ana Palazón y se me hinchan los ojos con las cabronas de las bolitas, pues “¡Uy esos ojos! ¿Te duele la cabeza o algo? Vamos a ver esa tensión”.
Estoy planteando una demanda por lo civil contra “Hartmann”, la creadora del puto aparato “Tensoval Duo Control” por haber introducido en mi, hasta ahora, pacífico hogar este artilugio malvado y demoníaco que está acabando con mis paciencia y tal vez, no sé, acabe también con mis solomillos a la pimienta y mis cervecitas de los viernes.
Porque además, mis hijos secundan a la nueva Doctora House y, de vez en cuando colaboran en el diagnóstico con sutiles comentarios como “Mamá, papá tiene la vena de la cabeza hinchada, ¿le has mirado la tensión?”. Ya me lo estoy imaginando. Dentro de unos días esto va a convertirse en la reunión de principio del episodio.
-Mamá, -dirá Rocio- ¿has comprobado el resultado de la resonancia del Lunes?
-Daba negativo, –dirá Pedrito- pero el análisis de los niveles de Tungsteno en sangre muestran niveles preocupantes. ¿No deberíamos ponerle cien miligramos de pirifedrina?
Me esperan días convulsos. Lo peor está por llegar. Ya me estoy imaginando a mi Virgi haciéndome las pruebas para descartar el Lupus. Por lo menos, eso sí, mi Virgi tiene mejores modales que House. Y está más buena.

4 comentarios:

  1. No sabeslo que me gusta esta entrada ^^ Siempre que la leo me meo ^^ y más megusta que te hayas unido al grupo de blogspot jejejeje

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  2. Dejate mimar Pedro, es maravilloso sentirse querido. Tus escritos son una alegria. Un abrazo

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  3. Querido Pedro, hermano en el casamiento y la paternidad, solo (sin acento jeje) puedo decirte una cosa: ¡las cagao! De ahí al en blanquito cojonero... medio paso. En fin amigo, más se perdió en Cuba ;P

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  4. Hola Pedro, permíteme seguirte y no perderme ni uno de tus relatos, me ha encantado éste.
    Vengo del facebook del nuevo fichaje de House (por cierto, inmejorable). Suerte y paciencia con ella, sólo quiere lo mejor para ti.
    Besos.

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